Con frecuencia, se asocia la ingesta de grasa con sobrepeso u obesidad, sin embargo, los ácidos grasos son moléculas esenciales para la vida. De hecho, todos los mediadores inmunológicos de inflamación provienen de las grasas de la dieta, por lo que conocer las cantidades, el tipo de grasas que se consumen y cómo se incorporan en nuestro organismo resulta fundamental en el contexto de la inflamación y de las enfermedades asociadas a la misma.

La prueba refleja el consumo de ácidos grasos de los 3-4 últimos meses, mientras que el análisis de los ácidos grasos en suero solo lo hace de los últimos 7-10 días.

Los parámetros analizados son los siguientes:

• Ácidos grasos saturados: ácido mirístico, palmítico y esteárico
• Ácidos grasos trans: ácido elaídico
• Ácidos grasos monoinsaturados: ácido palmitoleico (omega-7) y oleico (omega-9)
• Ácidos grasos de cadena larga omega-6: ácido linoleico (esencial), araquidónico, gamma-linolénico y dihomo-gamma-linolénico
• Ácidos grasos de cadena larga omega-3: ácido alfa-linolénico (esencial), eicosapentaenoico (EPA) y docosahexanoico (DHA)
• Ratios e índices: ratio araquidónico/eicosapentanoico (principal marcador del estado inflamatorio), omega-6/omega-3 e índice omega3 (EPA + DHA)

Los resultados incluyen recomendaciones nutricionales para poder corregir los posibles desequilibrios ocasionados a través de la dieta.